jueves, 3 de noviembre de 2011

Y es que te quiero como una niña pequeña quiere a su peluche favorito, para siempre.

Y yo que creía que eran mitos. ¡Las mariposas en el estómago existen! Y el amor a primera vista. Y la persona perfecta, no por no tener defectos, sino porque eres capaz de ver mas allá de ellos. Y la venda que te cubre los ojos y deja solo espacio para su mirada. Y la felicidad que te invade al pensar en su sonrisa. ¿Y al oír su nombre? Te sonrojas y te avergüenzas. Y cuando hablas con ella, eso es una mezcla de sentimientos tan intensa que es indescriptible. Miedo a perderle, ganas de decirle que le quieres, deseos de declarar todo lo que te recorre por dentro. Y cuando la ves aparecer para estar contigo, aunque haya mas gente, tú solo eres capaz de ver que va iluminando el camino y dejando en la sombra a todo lo demás a su alrededor. Y cuando la tienes a tu lado y lo único que eres capaz de pensar es en lanzarte a sus brazos y pegarte a  sus labios. Y sí, es porque estoy enamorada y por fin lo sé.

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